La luz de los muertos me baña
y la soledad me espera.
En tanto,
bajo mis brazos
alzados en campaña
escucha palabras lentas..
siempre frente tu regazo
tu regazo y tus flechas.
Y sigo buscando el tizón
de tu mirada eterna
sacando brillo a mi cuerpo
volcando mi mente en tu vera.
Cien leguas que recorriera
mil personas tu espejo
mi alma hasta los tuétanos,
hasta los huesos de ti recubierta.
Poemas, escritos y bellos
de abnegados cabizbajos
que soportan golpes
que soportan puñetazos
leen a la luz de las velas
los libros de turba y tallo.
Tabas que de pie caen
por la luna risueña
que miran, que demuestran
cascabeles de oro y paño.
Cuerpos que yacen, titubean,
faltos de ánimo, de regazo,
colean
buscando inhalar vida
vida que crezca
hasta el florecer mas vacuo.
Avistando hasta la sima
de su morir y su amargo
el declive de sus ojos
ruborízate en tu lago.
El suave aliento, la espina.
El resplandor de un sollozo
de muerte que curó vida.